El tiburón ballena, el pez más grande del mundo, con sus hasta 12 metros de longitud y 34 toneladas de peso, causa fascinación y sorpresa. 

No es una amenaza para los humanos, ya que afortunadamente se alimenta principalmente de plancton, filtrando grandes cantidades de agua a través de sus branquias. Además, presenta un temperamento dócil y tranquilo, que nos permite desplazarnos junto a él, a una distancia establecida para su protección.

Por lo anterior, es uno de los grandes atractivos de la bahía de La Paz, en Baja California Sur, en que de octubre a abril se ofrecen paseos de avistamiento, dejando una significativa derrama económica para el sector turismo.   

Sin embargo, no está exento de amenazas, uno de estas es el turismo invasivo, que, con la irrupción sin control de embarcaciones en las zonas de concentración, llega a impactar al animal.

En La Paz Partners Conservancy celebramos que con el decretó del Área de Refugio para tiburón ballena en Bahía de La Paz, en 2018, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), a través de la Dirección del Área de Protección de Flora y Fauna Balandra (APFFB), ha implementado planes de manejo para la especie y capacitaciones para guías de turistas y capitanes de embarcaciones, para disminuir los riesgos para el tiburón ballena

De acuerdo con la directora del APFFB, Dilia Rebeca Meza Castro, a partir de la implementación de tecnologías satelitales y sistemas digitales, para el control del tránsito de embarcaciones turísticas, como una estrategia de protección y conservación, ha disminuido el riesgo de afectaciones al animal, como cortes con propelas de las embarcaciones turísticas. 

Por medio de un punto de chequeo de tráfico de embarcaciones, equipado con cámaras de vigilancia, gestionan y asignan turnos de visita a los prestadores de servicios, con aplicaciones de mensajería móvil (WhatsApp) y un portal web en el que se confirman los turnos. Asimismo, las embarcaciones cuentan con tecnologías GPS para realizar monitoreos en tiempo real de las que entran y salen de la zona de observación de la especie, a través de un protocolo de rastreo y radio, facilitando la gestión eficiente del límite de hasta 14 embarcaciones simultáneas, para la actividad turística.   

“Tener la plataforma justo permite saber el flujo de embarcaciones, cuales son las que más están tomando los turnos, cuales son los horarios más demandados, además de los datos de capitanes y guías”. dijo Dilla Meza.

“Próximamente vamos a iniciar el monitoreo biológico para tener certeza de manera diaria de cuántos ejemplares hay en la zona; como manejador del área es importante saber el número exacto de ejemplares porque con este número se determina la capacidad de carga, es decir si hay 5 tiburones, solamente pueden estar 7 embarcaciones, si baja el número tenemos que estar estableciendo medidas, entonces esa es una acción que se va a realizar en el corto plazo”, finalizó.

La tecnología permitirá a los encargados del Área de Refugio para tiburón ballena realizar censos y monitoreos biológicos más exactos de la cantidad de ejemplares que se desplazan en el área y poder determinar la capacidad de carga de embarcaciones turísticas, entre otras aplicaciones.